1. Habita tu cuerpo con presencia cada día.

   Respira profundo y lleva tu atención a la zona de tu útero. Visualiza una luz cálida, dorada o rosa, que limpia suavemente cada rincón de tu centro de poder.

   
   

2. Redefine el placer como camino espiritual.

   No todo placer es sexual, pero todo placer sana. Baila, ponte una crema con amor, canta, camina en la naturaleza… activa tu energía creativa y vital desde lo cotidiano.

   
   

3. Escríbele una carta a tu útero.

   Hazlo desde el alma. Agradécele, pregúntale qué necesita, ofrécele tu compromiso de cuidado y escucha. Conecta con él como si fuera una maestra sabia.

   
   

4. Afirma y decreta con intención.

   Algunas frases poderosas que puedes repetir:

   • “Mi cuerpo es fértil de amor, creación y abundancia.”

   • “Mi útero es un templo limpio y sagrado.”

   • “Libero toda energía que ya no me pertenece.”

     
     

5. Escucha tus ciclos internos, incluso si no menstrúas.

   Tu cuerpo tiene ritmos sagrados.

   Obsérvate: ¿cuándo te sientes más creativa, más introspectiva, más abierta?

   Honra esos movimientos naturales como parte de tu sabiduría femenina.

La energía sexual es sagrada, creadora y profundamente sanadora. Reconectarte contigo misma, con tu cuerpo y con tu útero desde el amor y la presencia puede abrir caminos internos que aún no imaginas. No estás sola en este proceso: sanar también es recordar quién eres.

Y si sientes que necesitas guía, aquí estoy para acompañarte.

Con amor infinito,

@angelicalifecoach

👉 Descubre aquí si podrías tener un bloqueo energético en tu útero